
Hace algunos años, mientras disfruta de un café en un famoso centro comercial, presencié una conversación que me puso a pensar profundamente. Estaba sentado en ese pequeño café cuando, por casualidad, escuché al dueño de una mueblería—ya desaparecida—discutir con curiosidad sobre cómo imitar la estrategia de IKEA en su establecimiento. No era una charla trivial; era el debate encendido de una campaña de marketing que pretendía copiar la grandeza ajena. En ese preciso instante, uno de ellos, con una mezcla de asombro y convicción, exclamó: “He pasado horas observando esa tienda, y te digo, no es difícil de hacer!”. Esa frase se clavó en mi mente, recordándome que mientras muchos se dejan llevar por lo que hace el vecino, lo único que realmente importa es construir lo que es único y auténtico.
Ellos me pusieron a pensar: ¿cuántas veces hemos perdido tiempo y energía replicando estrategias que no nos representan, en lugar de forjar nuestro propio camino? No te dejes engañar por la imitación; la verdadera magia surge de la autenticidad y del valor de lo que tú creas.
Sigue leyendo para que descubras cómo transformar esa curiosidad en una estrategia de marketing que no solo destaque, sino que inspire y retenga a tu audiencia.
Te lo digo claro y sin rodeos: creer que la estrategia de tu competencia te funcionará a ti es como lanzar un anzuelo sin carnada al agua y esperar pescar algo. Incluso si el producto de tu competencia y el tuyo comparten características similares, las decisiones de los consumidores se mueven por factores que van mucho más allá del producto.
¿Te lo demuestro? Ok.
«Piensa en dos restaurantes especializados en pasta». Uno atrae a los comensales por su sabor tradicional y casero, otro por el ambiente acogedor y la presentación de sus pastas. Los consumidores eligen basados en una infinidad de motivos subjetivos, y ese es el secreto: detecta y potencia las fortalezas que funcionan como imán en tu pasta. No te dejes persuadir por ver lo que hace el vecino; enfócate en lo que tú tienes y hazlo brillar.

Seguro que conoces El Cirque du Soleil (si aun no lo conoces corre a youtube): se alejaron radicalmente de sus competencias y crearon una experiencia difícil de imitar, irrepetible, que transformó el entretenimiento en arte. Como lo hizo Ikea con su tienda. Ellos no siguieron la corriente, se convirtieron en la corriente. ¿Te atreves a hacer lo mismo?
Imagínate, por ejemplo, un evento de networking para pymes que no se limita a repartir tarjetas de presentación. En cambio, organiza una experiencia en la que cada rincón del lugar cuenta una historia inspiradora, que motiva a los invitados a compartir un silla en la mesa y presentar su proyecto.
Seguro que despierta la curiosidad y los retan a ser a encontrar su propia manera de contar su historia.
Una estrategia sencilla pero poderosa rompe la monotonía y se graba en la memoria colectiva.
Finalmente, cuando te vuelvas a sentir tentado a espiar la estrategia de tu competencia, te recomiendo que vuelvas a ver la belleza que hace que tu marca sea única.
¡Nosotros podemos ayudarte!
- Define tu Propósito: Escribe en una frase la razón profunda detrás de tu acción de marketing. ¿Qué cambio quieres provocar en tu audiencia?
- Identifica Tus Fortalezas: Haz una lista de las características únicas de tu marca. ¿Qué te diferencia de la competencia?
- Construye Tu Mensaje: Conecta tu propósito y tus fortalezas en un mensaje breve que resuene con las emociones y miedos de tus consumidores.
- Diversifica la Presentación: Elige al menos tres formatos diferentes (video, infografía, discurso) para expresar ese mensaje, asegurándote de que cada uno potencie la experiencia.
- Realiza una Pequeña Encuesta: Pide feedback a tu equipo o a un grupo de clientes sobre qué emociones les provoca tu mensaje, producto o marca. Ajusta según sea necesario.
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